Chile - Impresiona la ineficiencia de la derecha duopólica mostrada ante la catástrofe nortina

Posted by Nuestra publicación: on viernes, marzo 27, 2015



Alfredo Armando Repetto Saieg

Impresiona la ineficiencia de la derecha duopólica mostrada ante la catástrofe nortina y frente a cualquier situación que signifique resolver las demandas del pueblo. Esa falta de racionalidad está amparada por un discurso neoliberal dominante que siempre nos ha despreciado. Lo hace de manera sutil, como por ejemplo cuando nos trata como una "masa". Desde su óptica tienen razón: los trabajadores somos una masa amorfa pero amoldable a los intereses de la élite. También seríamos ignorantes, fracasados, resentidos e incluso terroristas si la situación lo amerita.
Pero además existe otra verdad: la del pueblo. Aquella que reafirma la persistencia de los empleados de OHL de la faena del nuevo hospital Gustavo Fricke que llevan más de dos semanas en paro en respuesta a los salarios de miseria y a las pésimas condiciones laborales. También está esa realidad que nos muestra a los estudiantes, bomberos y voluntarios movilizados para llevar ayuda y esperanza a los damnificados, a esos chilenos que también son víctimas de un modelo de país que insiste en mercantilizar nuestras vidas en favor de la usura, de la corrupción y del despotismo.
Muchas ciudades quedaron incomunicadas por el temporal. Fueron las empresas de luz y agua, de multimillonarias ganancias, las que con su falta de inversión y escrúpulos dejaron a 38.500 clientes sin luz y otros 48.500 sin agua. Al mismo tiempo los empresarios ligados a la construcción y a la especulación inmobiliaria (que se aseguran privilegios tributarios además de rediseñar las ciudades en función de sus propios intereses bajo la complicidad de los responsables de los Planes Reguladores) dejaron 539 albergados y 600 damnificados.
Por su parte, el gobierno respondió con mucha celeridad para declarar el Estado de excepción lo que en la práctica se tradujo en la ocupación de las calles por los militares y carabineros. ¿Y el pueblo? Centenares de estudiantes comenzaron a organizar el acopio, las cuadrillas para ir a los albergues, para trabajar en las poblaciones afectadas y para recolectar alimentos. Al igual que en otras catástrofes- como en el incendio del año pasado en Valparaíso o en el terremoto del 27 de febrero- solo nos tenemos a nosotros mismos: para la casta política no somos un buen negocio, salvo cuando se trata de explotarnos.