Deutsche Bank, el desplome anunciado de un gigante demasiado grande para quebrar.

Posted by Nuestra publicación: on lunes, noviembre 30, 2015


Patricio Guzmán S.
El 15 de septiembre pasado se cumplieron siete años desde que Lehman Brothers, entonces el cuarto banco de inversiones de los Estados Unidos, se declarara en bancarrota. Desde que se hizo pública la mala situación de Lehman Brothers y su quiebra todo sucedió muy rápido. Antes hubo señales que presagiaban este desenlace, pero muy pocos les prestaron atención. 
El Deutsche Bank es el enfermo del sistema bancario. Se presagia que será el próximo Lehman Brothers, atrapado entre la corrupción y la especulación.
En 2012 el Deutsche Bank era considerado el banco más grande del mundo de acuerdo a sus activos. Sin embargo, dos años más tarde, el 2014 de acuerdo con el listado de Bloomberg el DB ni siquiera aparecía entre las 50 instituciones bancarias más grandes del planeta.   A principios de 2014, las acciones del Deutsche Bank se negociaban por encima de 50 dólares por acción. Desde entonces, se han reducido en más de un 40% y al 25 de noviembre están cotizando a  25,38 dólares por acción.
El  gigante germano llegó a tener 103 mil funcionarios, con bancos y filiales en 70 países del mundo. Pero a mediados del pasado  septiembre declaró que reduciría sus funcionarios , y apenas un mes más tarde subió el número de despidos anunciados a 35.000, anunciado un programa de reducción de funcionarios hasta una planta de 77.000, reducción que se llevará a cabo en cuatro años, hasta 2018.  Además el banco ha anunciado el cierre de cientos de filiales en todo el mundo. Está retirándose de países de América Latina como Argentina, Chile, México, Perú y Uruguay. De momento solo permanecería en Brasil, y se ha desprendido del Postbank en Alemania.
Los problemas de este coloso bancario tienen que ver su carrera especulativa para asegurar a sus accionistas, y a la alta administración, una rentabilidad que sus operaciones tradicionales no son capaces de dar. Para ello el DB se embarcó en operaciones especulativas en los mercados de derivados y también acciones ilegales, que le han costado cuantiosas multas y lo han convertido en un  banco símbolo de escándalos y violaciones de las regulaciones.
Como resultado de las inversiones altamente especulativas el DB tiene una gigantesca cartera de inversiones en derivados, veinte veces mayor que el PIB de Alemania, e incluso varias veces más grande que el PIB de toda Europa.
En un artículo escrito en junio, bajo el encabezado ¿Será el Deutsche Bank el próximo Lehman Brother? Tyler Durden se peguntaba:
 “ ¿Qué tan expuesto está el Deutsche Bank?
El problema del Deutsche Bank es que las operaciones convencionales de banca minorista no son un centro de ganancias significativas. Para mantener los márgenes, el Deutsche Bank ha sido forzado a entrar en clases de activos más riesgosos que los de sus pares.
Deutsche Bank está instalado en apuestas de derivados por más de $75 billones de dólares – un monto que es  veinte veces más grande que el PIB Alemán. Su exposición a los derivados empequeñece incluso la exposición de JP Morgan, por unos sorprendente  US$ 5 billones.
Con esta clase de exposición, movimientos relativamente pequeños pueden precipitar pérdidas gigantescas.”[1]

Multas por delitos bancarios e incumplimientos de regulaciones.
Desde 2012 el banco ha debido pagar una serie de multas que superan los 12.000 millones de dólares, y tras una seguidilla de escándalos se considera que tiene una cultura corporativa corrupta.
El 23 de abril de 2015, la prensa informó que el DB había llegado a un acuerdo de multas record con las autoridades estadounidenses y británicas por la manipulación de las tasas de referencia Libor, Eurolibor y Tibor[2] en la que conspiró por cuatro años con otros grandes bancos. El DB aceptó los cargos de los supervisores financieros y multas por 2.500 millones de dólares, además el DB se comprometió a despedir los empleados que desde Londres y Frankfurt manipularon los indices. La mayor multa anterior había sido para UBS suizo, por $1.500 millones de dólares. Este delito de gran monta expuso a la banca internacional como una industria carente de ética.
“La sanción a Deutsche Bank por manipular eso tres tipos interbancarios se desglosan de la siguiente manera. Una multa de 600 millones de dólares corresponde al Departamento de Servicios Financieros de Nueva York, 800 millones llegan del regulador del mercado de futuros en EE UU y 775 millones del Departamento de Justicia. A estas cantidades se suman cerca de 340 millones del supervisor financiero en Reino Unido.
La manipulación se desarrolló entre 2005 y 2009. En la mirilla de los reguladores estaban, además, Barclays, Citigroup, JPMorgan Chase, Royal Bank of Scotland y HSBC entre una docena de entidades. Las sanciones impuestas hasta este jueves ascendían a 6.500 millones. Deutsche Bank ya pagó 750 millones por este asunto en el marco de una investigación de la Unión Europea.”[3]
En noviembre de 2015 el DB  debió aceptar pagar una nueva multa en Estados Unidos por violar embargos económicos de EE.UU.  “El banco alemán Deutsche Bank ha alcanzado un acuerdo para pagar 258 millones de dólares (238 millones de euros) al Departamento de Servicios Financieros de Nueva York y a la Reserva Federal estadounidense (Fed) por haber violado embargos económicos. La entidad germana realizó operaciones financieras entre 1999 y 2006 en países sujetos a sanciones de EE UU, como Sudán, Libia, Irán, Myanmar y Siria.”[4]
Ni el Banco Central Europeo, ni Alemania o ningún estado, tienen capacidad de rescatar el DB, una vez que entre en la espiral que lo lleve a la bancarrota. En los últimos años Alemania ha sido la economía más exitosa de Europa, la principal potencia en el continente. El peso que tiene el DB en la economía de Alemania, y más allá de ella, significa que el desplome de este banco tendría consecuencia enorme sobre todo el sistema financiero global, y la economía capitalista de todo el planeta.




[1] Is Deutsche Bank The Next Lehman?  Tyler Durden. 13 junio 2015.
[2] El Libor, el Euribor y el Tibor son el tipo de interés que se aplican a los préstamos entre bancos.

[3] El País. 23 de abril de 2015. Sandro Pozzi. Multa récord a Deutsche Bank por manipular el tipo de interés.

[4] El País. 4 de noviembre de 2015. Deutsche Bank paga una multa de 238 millones por operar en Irán y Libia