Posted by Nuestra publicación: on miércoles, diciembre 07, 2016



MARCO GONZALEZ PIZARRO *
En las últimas semanas se ha politizado el debate sobre la inmigración en Chile, y sus efectos en la “seguridad social” del país. Señalan las voces políticas ultramontanas de la derecha y la Nueva Mayoría, en línea con el muro de Trump y del apartheid en Palestina, que este fenómeno requiere “regulación”, desde que importa “abusos” de los trabajadores inmigrantes, especialmente de los beneficios de prestaciones de salud.
La verdad, nada más alejado de la realidad, y propio de una demagogia huera, que busca el enemigo interno, para generar distinciones de clase en el país, atacando ahora a los trabajadores inmigrantes.
Primero que todo, debemos decir que el tema está regulado. Para que un inmigrante obtenga residencia en Chile, requiere Visa de Trabajo lo que significa que el trabajador inmigrante debe acreditar ante la autoridad de inmigración del Ministerio del Interior, que ha sido contratado para trabajar, acompañando al efecto un contrato de trabajo, con sus respectivas afiliaciones al sistema de ahorro forzoso de AFP y de cotizaciones de salud a Fonasa o Isapre.
De este modo, para que un trabajador inmigrante pueda obtener asistencia de salud en los consultorios y derivaciones a la red pública de salud, debe cotizar de su sueldo a Fonasa o Isapre. Vale decir, el trabajador extranjero tiene exactamente el mismo estatus que el nacional, y soporta el mismo gravamen para tener acceso a la salud. Misma cosa ocurre con la ley de protección por accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, ley 16744, en que el empleador debe cotizar a las mutuales respectivas, por cierto administradas por los mismos empresarios, para que el trabajador pueda ser atendido en los hospitales del trabajo si tiene algún accidente o enfermedad de carácter laboral.


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http://werkenrojo.cl/chile-sobre-la-inmigracion-y-la-seguridad-social-en-isapres-y-afp/